Crioterapia para optimizar la recuperación de lesiones

Crioterapia para optimizar la recuperación de lesiones

La crioterapia es el uso de frío terapéutico para tratar lesiones con el fin de aliviar el dolor, reducir la inflamación y acelerar el proceso de curación. A pesar de haber varios métodos de aplicación, uno de los más eficientes es utilizando aparatología diseñada a tal fin, como la crio-termo compresión o CTC7, que además cuenta con accesorios para tratar zonas específicas del cuerpo (zona lumbar, rodilla, hombro, codo, etc.).

Algunas ventajas  sobre la crioterapia respecto a la medicina tradicional son:

  1. Disminución de la ingesta de medicamentos: Tratar el dolor, de forma natural, mediante frío/calor puede reducir la necesidad de analgésicos. 
  2. Mejora la calidad de vida: Menos dolor e inflamación pueden conducir a una mejor movilidad y una recuperación más rápida. 
  3. Comodidad: El tratamiento no requiere demasiado tiempo y se puede aplicar en su propio domicilio (aunque siempre bajo la supervisión del especialista).
 

Al enfriar las terminaciones nerviosas con la crioterapia conseguimos crear un efecto analgésico que alivia el dolor. El mismo frío ralentiza el metabolismo celular, reduciendo la muerte celular y la necesidad de reparar esos tejidos, acortando al mismo tiempo los tiempos de recuperación. Al utilizar una máquina especializada que incluye compresión activa, reducimos aún más la inflamación al drenar el exceso de líquido de la zona inflamada.

 

4 consejos para optimizar el uso de la crioterapia en la recuperación de lesiones

 
  1. Complementa el tratamiento de frío, si es posible y siempre teniendo en cuenta cada patología y/o paciente, con masaje terapéutico. Este aumentará el flujo sanguíneo en músculos, ligamentos y tendones dañados, contribuyendo a una recuperación más rápida.
  2. Para el tratamiento de lesiones podemos realizar varias sesiones diarias, aplicando frío en las zonas lesionadas, de esta forma limitamos la inflamación y el dolor por ella generado.
  3. Terapia de calor. Una vez se ha reducido la inflamación comenzaremos a aplicar termoterapia, ya que tiene un efecto calmante. Del mismo modo que el masaje terapéutico, la terapia de calor contribuye a aumentar el flujo sanguíneo y por tanto la recuperación.
  4. Aunque puedas aplicar frío y calor en las zonas lesionadas de formas convencionales (bolsas de hielo, mantas eléctricas) la aplicación con un dispositivo de crio- termoterapia te ofrecerá́ mejores resultados al poder modular y dirigir la temperatura de forma eficiente a las zonas que queremos tratar.